Un desperfecto en la máquina derivó en fuertes discusiones y un piquete en Olavarría. Con más de siete horas de demora, la formación, de Ferrobaires, llegó por la tarde a Constitución. A las 15.40 de ayer, y con más de siete horas de retraso, arribó a Plaza Constitución el tren que había partido desde nuestra ciudad a las 19.40 del domingo --vía La Madrid--, y que sufrió inconvenientes en Olavarría que generaron la reacción de algunos pasajeros y un piquete, cuando aún se mantienen los ecos de la tragedia de Once. La formación debió detener su marcha en la citada ciudad del centro provincial, cerca de las 3 de la víspera, como consecuencia de desperfectos sufridos en su máquina. Si bien los operarios de la empresa se encargaron de realizar las reparaciones correspondientes, que demandaron entre cinco y seis horas de labor, cuando el convoy se disponía a retomar su marcha, algunos pasajeros pretendieron impedirlo, preocupados porque habían detectado la presencia de humo en la locomotora, al momento de generarse la rotura. "Fueron unas diez personas que improvisaron un piquete y pedían que se cambiara la máquina, seguramente preocupados por lo que pasó en Once (en referencia al drama de la semana anterior, que le costara la vida a 51 personas y dejara más de 700 heridos), pero luego desistieron", se explicó desde la oficina local de Ferrobaires, empresa encargada de la administración del servicio. El tren afectado por el desperfecto llevaba unas 600 personas, quienes manifestaron a su llegada a Constitución las incomodidades sufridas, el deficiente estado del servicio, la falta de sanitarios y de un plan de asistencia ante esas emergencias. Una vez llegado el transporte a la Capital, el subinterventor de Ferrobaires, Jorge Almeida, negó que haya habido problemas con los frenos y confirmó que se trató de "un principio de incendio en uno de los cilindros del motor de la máquina". "A los pasajeros se les devolverá el ciento por ciento del dinero del pasaje", agregó, para aclarar que Ferrobaires "respeta los ciclos de mantenimiento" en el material rodante. Testimonios. El incidente en Olavarría se generó cuando un grupo de pasajeros pretendía continuar viaje y otros preferían mantener la medida de fuerza, ante la eventualidad de una nueva tragedia. "Se quedaron ocho personas que estaban en contra de viajar con la máquina así", dijo una de las pasajeras, para aclarar: "estoy en total desacuerdo de subir al tren, pero otra no me queda porque no tengo plata para ir en colectivo". La misma joven, no identificada, manifestó que los pasajeros "se pelearon entre ellos" y "se amenazaron con fierros". Jorge Zambrano, otro viajero, afirmó que "quieren seguir con la misma máquina sin garantías". "De acá a 20 kilómetros nos podemos quedar o podemos arrancar y nos puede pasar lo mismo que en Once. Somos 600 pasajeros", manifestó el hombre antes de que reanudaran la marcha. "Estamos atados de pies y manos", sostuvo, para aclarar que el viaje, antes de llegar a Olavarría "era bastante irregular, se paraba cada tanto". "En Tornquist empezamos a sentir olor a humo pero no pensamos que era de la máquina. Acá paró y no arrancó más. Es la máquina la que se incendió", indicó. El pasajero Miguel Bazán, en tanto, expresó que "la máquina se prendió fuego en la parte de la tracción, pero también se quemaron los frenos", porque "frena la mitad" de su capacidad. El hombre puntualizó que entre el pasaje había "chicos y gente diabética" y se quejó de que "cerraron el bar y no nos quieren dar agua". "Nadie nos da una mano ni una explicación coherente", advirtió.
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