Parece que fue una movida de Omar Viviani para medir asperezas y tantear afinidades. Se realizó en el ámbito del Sindicato de Peones de Taxi y congregó a dirigentes que comparten la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte: Omar Maturano (La Fraternidad), Guillermo D´Angela (Unión Ferroviaria), Marcos Castro (capitanes de ultramar), como cabeza del encuentro por parte de los sindicalistas. Junto a Tomada, Norberto Giaravino, Jefe de Gabinete. Difícilmente a Omar Viviani le cueste la línea directa con Tomada. Al contrario, su situación de ex íntimo aliado de Moyano, lo hace preciable de cortejo permanente por parte del gobierno, y lo sabe. Él mismo, alguna vez, se subió el precio diciendo que son varios los dirigentes que hablan con la presidenta, cuando las operetas circulaban a toda marcha y el gobierno necesitaba mostrar que el sindicalismo era algo más que Moyano.
¿Sería lógico que armara una reunión para discutir lo que el mismo gobierno ya ha definido con absoluta certeza y no está en la mesa de negociación? ¿O desde el núcleo de la CATT también se están contando porotos? Algunos medios de comunicación dieron, además de las novedades gastronómicas del encuentro, el temario de reclamos: “modificación al mínimo no imponible, las deudas de las obras sociales, la creación de una comisión de accidentología y un presupuesto específico para el Transporte”. Sin embargo, parece que hubo otra agenda, en donde el taxista desarrolla un rol de puente, desovillando una trama en donde se fogonea una lejana expectativa de recambio acordado en la cúpula de la CGT.
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