La distribución de los subsidios al transporte público de pasajeros se realizará tomando como base datos obtenidos de las tarjetas SUBE, confirmó ayer el Ministerio de Interior y Transporte. Lo hizo a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, en la cual el Gobierno dejó en claro su intención de comenzar a subsidiar directamente a los pasajeros, y no a las empresas en general.
El Ejecutivo nacional busca lograr, de este modo, "un manejo más eficiente en la asignación de recursos", de acuerdo con la resolución 422/2012. Así, la distribución de la ayuda estatal a las compañías de transporte público se hará efectiva tomando como parámetro los datos provistos por el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), después de que se repartieran más de 11 millones de tarjetas a los usuarios.
"La información que se genera a partir del SUBE constituye una herramienta de vital importancia para el establecimiento de las variables representativas de la prestación de cada servicio para asignar compensaciones", sostuvo el Gobierno. Lo es de igual modo "para el ejercicio del control de, por ejemplo, la cantidad de kilómetros recorridos y las horas de utilización del parque móvil, entre otros parámetros", agregó la resolución divulgada este martes.
Compensaciones al transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires
Esos datos son los que determinarán cómo se van a asignar las compensaciones al transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), ratificó el Gobierno, que indicó que a partir de julio de 2012 el reparto de subsidios se efectuará con la información obtenida de los plásticos violetas que utilizan los pasajeros para pagar el boleto.
De esta manera, se tendrá en cuenta el parque móvil máximo afectado al servicio, la asignación técnica de gasoil a consumir para la prestación de cada servicio y la cantidad de trabajadores computables afectados a los mismos. "Todo lo cual deberá además ir ajustándose a definiciones de eficiencia para satisfacer la demanda en tiempo y frecuencia", indicó la resolución. Y garantizó que "ello redundará en un manejo más eficiente en la asignación de recursos y en la estabilización del nivel de aportes que el Estado nacional hace al sistema de transporte público".
Una mejor y más eficiente asignación de las prestaciones
El Ministerio aseguró que "procederá a la adaptación de los parámetros y criterios de asignación, en la medida que se obtenga mayor cantidad de datos del SUBE y/o cualquier otro mecanismo de información que permitan una mejor y más eficiente asignación de las compensaciones, considerando las variables del sistema de transporte en general y de cada operador en particular".
El Gobierno confirmó esta medida en momentos en los que la Justicia investiga presuntas irregularidades en la licitación para contratar a un empresa que controle el servicio de la SUBE, proceso que fue luego desechado por el Ejecutivo nacional a causa del supuesto pago de sobreprecios.
La resolución 422 anticipó también que a través de la tarjeta es posible "personalizar a la demanda, estableciendo compensaciones a la misma, como así también a la oferta (permisos para el transporte) como ocurre en la actualidad". El Gobierno busca de este modo "mecanismos que garanticen el acceso de los usuarios a los servicios públicos de transporte, preservando su naturaleza de prestación obligatoria y el interés público comprometido", indicó la resolución.
Desde el 6 de agosto pasado, sólo los usuarios de la tarjeta SUBE continúan abonando sus boletos con subsidios, ya que para los demás pasajeros, los que pagan con monedas, el viaje mínimo pasó a costar de 1,10 a 2 pesos en la Ciudad.
El Ejecutivo nacional busca lograr, de este modo, "un manejo más eficiente en la asignación de recursos", de acuerdo con la resolución 422/2012. Así, la distribución de la ayuda estatal a las compañías de transporte público se hará efectiva tomando como parámetro los datos provistos por el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), después de que se repartieran más de 11 millones de tarjetas a los usuarios.
"La información que se genera a partir del SUBE constituye una herramienta de vital importancia para el establecimiento de las variables representativas de la prestación de cada servicio para asignar compensaciones", sostuvo el Gobierno. Lo es de igual modo "para el ejercicio del control de, por ejemplo, la cantidad de kilómetros recorridos y las horas de utilización del parque móvil, entre otros parámetros", agregó la resolución divulgada este martes.
Compensaciones al transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires
Esos datos son los que determinarán cómo se van a asignar las compensaciones al transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), ratificó el Gobierno, que indicó que a partir de julio de 2012 el reparto de subsidios se efectuará con la información obtenida de los plásticos violetas que utilizan los pasajeros para pagar el boleto.
De esta manera, se tendrá en cuenta el parque móvil máximo afectado al servicio, la asignación técnica de gasoil a consumir para la prestación de cada servicio y la cantidad de trabajadores computables afectados a los mismos. "Todo lo cual deberá además ir ajustándose a definiciones de eficiencia para satisfacer la demanda en tiempo y frecuencia", indicó la resolución. Y garantizó que "ello redundará en un manejo más eficiente en la asignación de recursos y en la estabilización del nivel de aportes que el Estado nacional hace al sistema de transporte público".
Una mejor y más eficiente asignación de las prestaciones
El Ministerio aseguró que "procederá a la adaptación de los parámetros y criterios de asignación, en la medida que se obtenga mayor cantidad de datos del SUBE y/o cualquier otro mecanismo de información que permitan una mejor y más eficiente asignación de las compensaciones, considerando las variables del sistema de transporte en general y de cada operador en particular".
El Gobierno confirmó esta medida en momentos en los que la Justicia investiga presuntas irregularidades en la licitación para contratar a un empresa que controle el servicio de la SUBE, proceso que fue luego desechado por el Ejecutivo nacional a causa del supuesto pago de sobreprecios.
La resolución 422 anticipó también que a través de la tarjeta es posible "personalizar a la demanda, estableciendo compensaciones a la misma, como así también a la oferta (permisos para el transporte) como ocurre en la actualidad". El Gobierno busca de este modo "mecanismos que garanticen el acceso de los usuarios a los servicios públicos de transporte, preservando su naturaleza de prestación obligatoria y el interés público comprometido", indicó la resolución.
Desde el 6 de agosto pasado, sólo los usuarios de la tarjeta SUBE continúan abonando sus boletos con subsidios, ya que para los demás pasajeros, los que pagan con monedas, el viaje mínimo pasó a costar de 1,10 a 2 pesos en la Ciudad.
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