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El secretario del gremio de Peajes, Facundo Moyano, encabezará este jueves venidero en el Luna Park un acto conmemorativo al cumplirse 50 años de la desaparición física de Felipe Vallese, el dirigente gremial de los metalúrgicos, con militancia en la naciente Juventud Peronista, capturado por una patota policial, luego de un procedimiento que caracterizaría años después el modus operandi de la dictadura militar del ’76.
El acto contara con la presencia del Secretario General de la Confederación del Trabajo Hugo Moyano, y en sintonía con la relación de alejamiento que viene transitando el sector del sindicalismo conducido por el Secretario General de la CGT, la concurrencia no incluirá a los jóvenes de formaciones cristinistas que en el último acto de la JS en este escenario, hace dos años, fueron parte del convite.
Hubo algunas especulaciones en torno de que este momento le serviría a Facundo Moyano, un dirigente crecido al resguardo de su padre, para intentar definitivamente entrar en “primera A”, terciando también en la mesa de definiciones del moyanismo, en donde Facundo representa un pensamiento levemente distinto al de los duros que secundan a su padre, y menos rústico que el “confrontativismo” de su hermano, con una simpática mirada estratégica a favor del gobierno.
Hasta no hace mucho, se especuló que su juventud, su linaje, su pertenencia al bloque legislativo oficialista y su discurso más componedor y más elaborado, daba como para constituirse en una prenda de unidad entre los que quieren verlo lejos de la CGT a Hugo, y el núcleo moyanista. Tal teoría, decían, allanaba un alejamiento del camionero sin tensiones terminales, y ponía la discusión en la sucesión del joven sin una ruptura tan abierta de la CGT.
Esta visión prescindía de la realidad de que es en estos tiempos, de endurecimiento de las condiciones macro-económicas en que se desenvolverá el gobierno nacional, en donde el liderazgo de la central obrera deberá expedirse por las políticas, distintas, que se implementarán, a favor, o cuestionando el rumbo de la política laboral.
La otra teoría rescatada, es que a partir en este acto, a través del discurso más componedor de Facundo, el moyanismo intentará jugar una última carta de convivencia pacífica con el oficialismo, para evitar acelerar la ruptura.
En todos los casos, en el Luna Park o en la UOM de La Matanza, o en los innumerables actos en donde el variopinto abanico de sectores políticos homenajee a Vallese, no se logrará mostrar completa la enseñanza del joven luchador metalúrgico, que con el peronismo en la resistencia sí pudo resumir, en su ejemplo de vida, la unidad y la coherencia de la lucha gremial y la lucha política.
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