UN MUSEO PARA APRENDER EN MENDOZA

Desde hace un tiempo a esta parte, amigos del ferrocarril, miembros de gremios del sector y simples amantes de este sistema de transporte, tienen armado el Museo Tren Cultural Mendoza, nada menos que en la estación Mendoza de la línea General San Martín.

El lugar no podría ser más referencial porque allí está llegando hoy el Metrotranvía y hay mucho público que visita la zona por ese motivo y el cercano mercado de artesanos.

El museo fue armado por un grupo de personas, entre ellas un hombre de La Fraternidad y de la empresa ferroviaria América Latina Logística (ALL), Roberto Bocanegra. Junto a este representante del riel han puesto su empeño Fernando Domínguez, Carlos Barbini, y Hernán Varas, entre otros, quienes tienen la responsabilidad de operar el local todas las semanas.

Al principio, la gente del municipio había preparado un alero en un costado de la vieja terminal, pero resultaba incómodo montar el mobiliario y los objetos en exhibición y luego tener que retirarlos a la noche, para reanudar la exhibición al otro día.

Por eso, se decidió armar un vagón del taller Diesel Mendoza, que explota la empresa ALL en las antiguas dependencias ferroviarias de la calle Tiburcio Benegas, contando con la colaboración de La Fraternidad, La Unión Ferroviaria y el gremio del personal jerárquico.

Ahora, los visitantes -unas 150 personas por semana- tienen a la vista una locomotora Cockerill GMC (o locotractor), que es una máquina de maniobras, y el vagón propiamente dicho, pintado de color verde.


El acervo

En plenas vacaciones de invierno se observa la presencia de muchos chicos en torno al pequeño tren, quienes observan velocímetros de locomotoras de la serie Renfe y de Alco USA, un multiamperímetro y un pistón de un equipo de arrastre de nada menos que 228 mm.

Hay numerosas fotografías de distinta procedencia, como las donaciones de Ricardo Álvarez, un hombre que trabajó en los talleres Diesel.

El deleite de los niños es una maqueta abierta, que representa un circuito ferroviario con tres vías, que intenta recrear el ingreso de una formación a una ciudad. Es una creación de Marcelo Spitalieri, Alberto Fabricio, Cristian Bocanegra y su padre, Roberto.

Es lo que más interesó a Martín Ibacache, un niño de 10 años, chileno, que concurrió a la exposición junto a su padre Fernando (46). “En mi país tenemos servicio de pasajeros y de carga por eso estas instalaciones nos son muy caras, porque en el ferrocarril se aprecia la historia del presente y del futuro”, sostuvo el hombre junto a su hijo.

Los chiquitos Diego y Rocío, hijos de Patricia Lara (41, sanjuanina), permanecieron absortos varios minutos frente a la representación modelada de las operaciones ferroviarias. La mamá comentó que vivió de chica en Mendoza y que conoció la febril actividad del lugar, que cesó en su trajín en 1993. “Ahora mis hijos están conociendo la estación un poco vacía, y que alguna vez vuelva a tener plena actividad”.

Otra maqueta reproduce el estado actual de la estación Mendoza y una más fue donada por la Asociación Ferromodelista Salsipuedes, de Córdoba.

En el pequeño recinto hay una fotografía del fallecido Héctor Leal, un ferroviario que trabajó como administrativo durante 47 años en la estación Mendoza. En las redacciones se lo recuerda mucho porque era un hombre que asesoraba mucho a los periodistas en materia ferroviaria.

También se observan aparatos de bloqueos de vías y otros para la emisión de boletos, cedidos por el ex ferroviario Eduardo Chain.

“La intención es difundir el tema ferroviario y generar conciencia en la gente sobre este transporte, con especial énfasis hacia los chicos para que conozcan y tomen cariño a una realidad que ellos no conocen”, explica Bocanegra, el encargado del vagón.


-¿Qué planean a futuro?
-Esta zona está mejorando progresivamente. Ahora se terminará una plazoleta temática a la entrada de la estación y nuestro plan es poder habilitar en un futuro una biblioteca y montar un cine temático. También existe la idea de instalar un simulador del manejo de trenes, que creemos será la máxima atracción de los pequeños.

Una idea de la gente de las vías y los pitazos es que a futuro el vagón se llame Garcés Delgado, historiador autodidacta, quien dedicó su vida a la historia de los ferrocarriles.