Ahora, según informes periodísticos, circula la versión de que la continuidad del servicio Talgo entre Mar del Plata y Buenos Aires es materia de análisis. Durante las vacaciones de invierno el Talgo duplicó sus servicios en las 16 formaciones semanales que corrieron de ida y vuelta entre Mar del Plata y Buenos Aires. Fuera de la época de vacaciones, el Talgo estaba ofreciendo ocho servicios semanales (cuatro de ida y cuatro de vuelta) entre Mar del Plata y Buenos Aires. Extraoficialmente pudo saberse que la ocupación de los convoyes no superaba el 40 por ciento de su capacidad, circunstancia que habría puesto en duda la continuidad del servicio al menos durante el invierno. Las principales críticas que recibió el flamante servicio tiene que ver con el costo de los pasajes -de 150 a 250 pesos- y con el hecho de que no abrevie los tiempos de un viaje en micro. Los trascendidos señalaron que una de las posibilidades que se analizan es que el Talgo circule solamente durante la temporada estival. El hecho de que no se hubieran programado los servicios para esta semana, impidiendo de esa manera la compra de pasajes anticipados, se perfila como un indicio confirmatorio de tales versiones.
El servicio de trenes Talgo acaba de cumplir un año. De hecho, la primera formación oficial llegó a Mar del Plata el 22 de julio de 2011, día en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró la nueva terminal Ferroautomotora. Rodeado de controversias desde que el material rodante fue comprado a España, la llegada del Talgo a Mar del Plata se había visto frustrado en dos oportunidades. La primera fue antes de la temporada 2011-2012 cuando los técnicos comprobaron que el estado de las vías impedía la circulación de los modernos coches. El esperado arribo de los convoyes se pospuso para la Semana Santa de 2012 pero nuevos inconvenientes obligaron a diferir la fecha para las vacaciones de invierno. Este anunció finalmente se cumplió pero a sólo un año de su puesta en marcha se han planteado serias dudas sobre su continuidad.
En el mes de Abril, el Concejal Mario Rodríguez presentó un Proyecto de Comunicación por el cual solicitaba al Departamento Ejecutivo que realizara las gestiones pertinentes ante el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires con el fin de que ejerza los controles periódicos correspondientes sobre la empresa Ferrobaires, teniendo en cuenta los accidentes ocurridos recientemente y el estado de deterioro de los ferrocarriles en general, y se los ampliara al servicio denominado Talgo.
En el proyecto presentado tiempo atrás se decía "es de dominio público en nuestra ciudad, el incremento de unidades/vagones que se anexan a los trenes con motivo de la llegada masiva de turistas en los fines de semana largos y con mayor caudal en vacaciones de invierno o verano, generando un riesgo sobre los ciudadanos que viajar en condiciones cada vez peor. Además es visible el deterioro y falta de mantenimiento de las formaciones ferroviarias, con las consecuencias permanentes de desperfectos que ocasionan importantes demoras a los pasajeros, al quedar varados, en el mejor de los supuestos, en destinos no previstos como consecuencia de las irregularidades".
"Resulta imperioso exigir al gobernador Daniel Scioli que mantenga “vivos” los controles “indispensables” sobre la empresa Ferrobaires, y que realice las inspecciones pertinentes ya que, según declaraciones del propio interventor Antonio Maltana, se encuentra diezmada en su material rodante, sin posibilidades de una recuperación rápida, y con situación de riesgo para los pasajeros transportados. El interventor Maltana brindó un informe el año pasado, ante la Cámara de Diputados de la Provincia, donde detalló que “de 70 locomotoras existentes, sólo 6 estaban operativas; y que de 500 vagones solamente 100 podrían ser utilizados. Además indicó que las vías se encontraban en mal estado, siendo lógico que pudieran producirse descarrilamientos”.
El Concejal Rodríguez manifestó en esa oportunidad que "resulta preocupante el estado de Ferrobaires, creada por el decreto 99/03, siendo la encargada de administrar y velar por el funcionamiento de los servicios de transporte ferroviario que fueron transferidos a la Provincia de Buenos Aires en el marco de los Decretos nacionales 532/92 y 1168/92 y la Ley 23.696 de reforma del estado. Si el Estado prestara un mejor servicio en materia ferroviaria, las muertes de ayer hubiesen sido evitables y muchas familias no estarían atravesando una situación crítica como la que hoy están viviendo. No sería descabellado pensar en cumplir la ley 13705 y que el estado nacional se haga cargo del servicio y el mantenimiento de todas las unidades, si es que la provincia no tiene un proyecto para Ferrobaires".
Es de destacar que el ferrocarril ha sido para la República Argentina la herramienta por excelencia que permitió el desarrollo social y económico. Lamentablemente en algún punto de la historia se cambió esa visión estratégica y se lo dejó huérfano, hasta el punto casi de herirlo de muerte en la década de los noventa cerrando ramales y transfiriendo a las provincias los pocos que continuaron funcionando. El destino de los transferidos era el mismo; las arcas de las provincias con recursos coparticipables cada vez mas exiguos terminó por precarizarlos hasta el punto de no hacer transitable las unidades, suspendiendo en consecuencia una gran cantidad de servicios.
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