martes, 27 de agosto de 2013

DESPOUY ESTAMOS EN UNA FASE DE MAYOR DETERIODO DEL SISTEMA FERROVIARIO

Así lo advirtió el titular de la Auditoría General de la Nación, el organismo que había advertido sobre el colapso del sistema ferroviario antes del choque en la estación de Once

La Auditoría General de la Nación alertó, pocos me­ses antes de producirse el sinistro de estación Once, donde murieron 51 personas, que el sistema ferroviario se encontraba en un estado calamitoso y, por ende, que iba a suceder lo que finalmente sucedió. Las autoridades K, fiel a sus estilo, miraron para otro lado y siguieron con sus oscuros negocios.

Pasó un año y medio de ese triste episodio, y el titular de la AGN, Leandro Despouy, volvió a hacer un severo llamado de atención. Concretamente, denunció que existe un "deterioro mayor" al de la década menemista en el servicio público de transporte al señalar que los usuarios "viajan mal" y con "mucho riesgo". En otras palabras, se confirma lo que tantas veces se publicó en este diario: todos los anuncios realizados por el gobierno, luego del choque de Once, fueron sólo un simple maquillaje. Solamente se pintaron las paredes de algunas estaciones, mientras la calidad del servicio es cada vez más deficiente.



Despouy, titular de la Auditoría General de la Nación


La última puesta en escena fue el anuncio de la supuesta estatización de distintos ramales, como el Roca (que llega a La Plata), que es más de lo mismo. En definitiva, lo que el Estado esta administrando son fierros viejos y oxidados. Y no esta prevista ninguna inversión de importancia (que no sean subsidios) que permita avizorar, en el futuro cercano, un cambio de rumbo.

Despouy sostuvo que “hay una ausencia de la cultura del control en la Argentina muy marcada y eso se expresa en casi todos lo ámbitos en los que uno tiene competencia”. También lamentó los actos de "corrupción".
En este sentido, apuntó que "hay resortes que hacen que prácticamente el presupuesto que se ejecuta es muy distinto al que se aprueba".

El titular de la Auditoría advirtió que en la actualidad "está en boga" la falta de control respecto a los servicios públicos y señaló que persiste “en un momento en el que los servicios públicos presentan una enorme deficiencia desde el punto de vista de la prestación”.

Recordó que "las privatizaciones" de los servicios que se llevaron a cabo en la gestión menemista se realizaron de una "manera salvaje, casi sin ninguna racionalidad usuaria. Un poco con la racionalidad de achicar el Estado, de que los empresarios puedan hacer algunos negocios”. Y lamentó que “el usuario como tal fue bastante desconocido”.

Despouy consideró que "en este momento estamos en una fase de mayor deterioro". Y, en este marco, señaló la "pésima calidad de servicio y las condiciones de inseguridad son tan grandes que ya hay una doble problemática. Una, que se viaja mal. Pero, además con muchísimo riesgo. Esto es lo que, de alguna manera, ha marcado la creciente decadencia de la prestación de los servicios".

El auditor concluyó que "no se pueden aplicar tantos fondos como los que aplica el Estado" como los destinados a los ferrocarriles "sin que exista una rendición de cuentas".

La corrupción en el sistema

Consultado sobre los casos de corrupción, Despouy señaló que “la ciudadanía tiene un alto nivel de percepción de corrupción”, que, consideró, “tiene una explicación sobre todo en la forma en la que se han deteriorado las áreas en las que el Estado mas pone (dinero)”, como los “servicios públicos”.
En esa área, continuó, “se produce ese doble fenómeno: hay grandes sumas de dinero pero al mismo tiempo disminuye la calidad pero se agravan los accidentes, las situaciones de riesgo que están creciendo".

"Sobre todo cuando se verifica que los mismos empresarios que benefician esos fondos aparecen como vinculados o relacionados con altos funcionarios", finalizó.DiarioELDIA

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