En este marco y a modo de reclamo por la falta de inversiones en su sector Enrique Maigua, secretario General de la Asociación de Señaleros Ferroviarios Argentinos (ASFA), sostuvo hoy que “la inversión en infraestructura debe redundar en seguridad para los millones de usuarios. Nuestra actividad se basa en esto específicamente y hoy no vemos que las políticas en las que direcciona el gobierno los fondos vaya a cumplir este objetivo, lo cual nos preocupa.”, argumentó.
El gremio que agrupa a más de 900 trabajadores que desempeñan tareas de seguridad sobre el tránsito de los trenes, celebrará el martes 18 de junio su 55 aniversario en un marco de críticas por la falta de inversiones en su sector y “el temor a otro accidente con víctimas fatales como la semana pasada en Castelar u otra tragedia de Once”, destaca en un comunicado la entidad.
En este contexto Maigua, presenta una batería de denuncias como parte de las reivindicaciones pendientes que marcan los ferroviario, “el silencio ante el reclamo de mantenimiento, las reparaciones de las cabinas de señales, la reapertura de ramales en el interior y la renovación del Convenio Colectivo de Trabajo de la actividad que se encuentra vencido desde diciembre de 2011”, destacó.
Sobre la política ferroviaria que impulsa el gobierno nacional, el sindicalista apuntó: “Si bien desde el 2003 hubo inversiones, fueron parches. Es fundamental la sanción de una Ley Federal de Transporte que asegure 20 años seguidos de inversión. En la época de Menem pasó lo mismo, pintaron los trenes y estaciones sin invertir sostenidamente en materiales, formaciones y obras. Lo que hace el gobierno hoy es un maquillaje y una movida marketinera buscando réditos electorales que hace epicentro en mostrar resultados a la vista en la línea Sarmiento, por dar un ejemplo. Tememos que la reparación de vías en el Sarmiento haya sido la última obra”, describió.
Desde el gremio sostienen que la actividad del Señalero es la única que brinda dedicación total a la seguridad de las corridas de los trenes por medio de señales entre cabinas, cambios, barreras e indicaciones de ruta. “Advertimos sobre un estado crítico, tememos seriamente que se repita otra tragedia como la que vivimos en la estación de Once con 52 víctimas fatales o bien el gravísimo accidente que dejó tres muertos el jueves último en Castelar. Si el común de la gente conociera el verdadero estado de la infraestructura y las formaciones se darían cuenta que solo dependen de la suerte para que no ocurra un accidente”, indicaron fuentes sindicales.
También analizaron la actual la situación de sus trabajadores como crítica. “En lo que hace a nuestra actividad específica trabajamos con el sistema de la época de los ingleses, sumado a que no hay mantenimiento alguno en los sistemas de cambios (limpieza y lubricación) esto además hace que los trabajadores padezcan malestares físicos por manipular sistemas de cambio en un muy mal estado que generan problemas en la columna y otras partes del cuerpo por los sobre esfuerzos. Más de decenas trabajadores están con procesos en la ART en este sentido”.
Actividad
El señalero es una pieza clave en el sistema de seguridad ferroviario, es quien pasa los atrasos de cada formación, habilita el transito o lo desautoriza a través de una delicada coordinación entre señaleros que ocupan cabinas en casi todas las estaciones ferroviarias metropolitanas. Maigua, sobre las funciones que cubre la actividad desarrolló: “Somos los señaleros quienes damos la autorización a un maquinista a trasponer una señal defectuosa, estamos peleando por la reconversión tecnológica, pero un cambio que contemple a los trabajadores sin su expulsión, para eso pedimos implementar sistemas eléctricos reemplazando a los mecánicos que usamos hoy” , aseveró.
Aniversario
En lo institucional ASFA forma parte de la Federación Ferroviaria Argentina, integrada por los cuatro sindicatos de la actividad, pero está alineada a la CGT Azopardo, y a su Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). La fecha fundacional del sindicato fue un 18 junio de 1958 en el marco de un reclamo histórico por condiciones de trabajo que constó de un paro de dos horas por turno que paralizó el servicio de trenes, con un acatamiento total. Enrique Maigua sobre esto rememora: “Si bien nuestra actividad estaba representada dentro de otro gremio hermano, debido a la importancia operativa y fuerza gremial de la especialidad, luego de una década de organización y concientización de todo el personal de señaleros, entendimos que la lucha por la representación de la especialidad, era a través la creación de un gremio propio de "Señaleros Ferroviarios", culminó.
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