jueves, 10 de enero de 2013

LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO

POR CARLOS GAYTAN

Los orígenes unitarios del Movimiento Obrero Argentino se remontan a 1930 cuando se logró la creación de la CGT.

Antes de ello, desde sus orígenes y a partir de la creación del primer sindicato que podemos llamar como tal en 1876 la Unión Tipográfica que terminó siendo la Federación Gráfica y la creación de las primeras coordinaras y centrales en la que los anarquistas tuvieron todo que ver, a más de socialistas y sindicalistas y después de 1920 con inclusión de comunistas, los dirigentes de aquel tiempo comprendieron que la única forma de respuesta que les diera posibilidades de lograr sus objetivos reivindicativos era la unidad.

Desde entonces muchas veces la CGT estuvo dividida pero siempre sus organizaciones y dirigentes reivindicaban la unidad y la "pertenencia a una CGT unitaria".

En 1945, cuando un nuevo fenómeno político se expresa y la clase trabajadora toma protagonismo en la historia, la CGT -en ese momento- esta dividida en dos fracciones socialistas versus comunistas que se expresan en la CGT Nº1 y en la Nº2.

Ante la convocatoria del Coronel Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión que tenía la adhesión de los trabajadores, se logra forjar nuevamente la unidad con la participación de los trabajadores como columna vertebral de su movimiento nacional y popular.

Lo más importante fue que desde ahí, se forja un modelo de sindicato industrial por rama o sector de la economía que posibilita superar los sindicatos de empresa y los gremios de oficio, para que todos los trabajadores del sector, más allá de su oficio, categoría o tarea, sea parte de la misma estructural sindical.

Este modelo, en el marco de un gobierno que favorecía política y legislativamente a la clase trabajadora, permitió forjar un movimiento sindical con poder, indestructible hasta el día de hoy, pese a los ataques, los retrocesos y las derrotas. Ese movimiento sindical se aguantó, proscripciones, persecuciones, cárceles y traiciones. Y a pesar del intento de atomización de la dictadura militar sangrienta de del 76 al 82 y de las divisiones e intereses menores de algunas de sus dirigencias se mantuvo incólume.

La primera división realmente seria que atenta al modelo que le dio poder, fue la provocada con el nacimiento de la CTA -hoy dividida y cuestionada por denuncias de fraude de sus propios miembros- la que, al margen de razones de cierta burocracia corrupta, el planteo de modificar la calidad de la afiliación de personas jurídicas por personas naturales y legalizar el "pirateo" de afiliados para armar sindicatos con pedazos de los existentes, atenta realmente contra la unidad orgánica de los trabajadores. Lamentablemente esta metodología en los hechos fue practicada por otras organizaciones que lograron apañamientos no claros ni confesables para representar trabajadores que rompían el principio de "a igual trabajo, igual salario", o lo de los que, mejorando el salario que por cierto tiene la adhesión de trabajadores, piratean afiliados de categorías similares pero encuadrados en otros gremios sectoriales.

Para el 12 de julio -fecha en la que vencían los mandatos de los dirigentes de la CGT-, el Consejo Directivo convocó el Congreso ordinario para renovar autoridades, cumpliendo con las disposiciones formales.

Un grupo de Organizaciones disconformes con el estilo y la línea política del Secretario General, en particular a raíz de serias diferencias producidas con el Gobierno Nacional y con las políticas promovidas por el Poder Ejecutivo, decidieron no participar -obligación que deberían haber cumplido para discutir en el ámbito correspondiente-, e impugnar ante el Ministerio del Trabajo la decisión, basados en supuestas fallas de procedimientos. El Ministerio, por razones políticas que responden a las decisiones gubernamentales, basado en incorrecciones legales, dio la razón a los impugnantes permitiendo la realización de un nuevo Congreso posibilitando el surgimiento de una nueva central de trabajadores.

Por tal razón, a partir de ahora los trabajadores tendrán cinco centrales de trabajadores con un resultado que no favorecerá a los mismos sino que de mantenerse esta tendencia, la clase trabajadora estará mas sujeta a ser campo de luchas fraccionales y facilitará la negociación de sus intereses no siempre en su beneficio, además de entrar en una etapa de luchas leguleyas de representación y de utilización y usufructo de sus bienes y recursos.

Como dice el dicho popular "siempre que llovió escampó" y cada vez que se produjo una división la misma mas temprano o mas tarde se recompuso y esperemos que no se hayan terminado los "dirigentes sabios y prudentes" que sepan reencontrar el camino, para que la clase trabajadora logre volver a tener vigencia en una de sus consignas básicas de "unidad y solidaridad".

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