martes, 8 de enero de 2013

CORRIDA POR LAS TARJETAS PREPAGAS EN EL SUBTE

En caso de que el boleto llegara a aumentar a su valor técnico de $ 6, la ganancia alzancaría el 140% anual, diez veces más de lo que hoy paga un plazo fijo en un banco. Pero se descuenta que el servicio contará con algún tipo de subsidio. En ese caso, con una tarifa de $ 4,50, el rendimiento sería de 80%. A principios del 2012, la tarifa ya había subido de $ 1,10 a $ 2,50.

¿Dónde conviene poner la plata?, es la pregunta del millón. La respuesta es un clásico de la economía: Depende.

Si se trata de un ahorrista conservador, un plazo fijo en un banco puede llegar a rendir un 14% anual. Si el inversor es más agresivo, buscará un retorno mayor que, desde luego, traerá aparejado un nivel de riesgo más alto, quizás comprando alguna acción del mercado de capitales.





Ahora, si la persona quiere una alternativa sin riesgo alguno y con una alta tasa de retorno, la viveza criolla le dice que puede empezar con la precompra de boletos de subte, un negocio que puede llegar a arrojar una utilidad neta de hasta el 140% anual, el equivalente a diez veces más que un plazo fijo. Rentabilidad que podría ser aún mayor de concretarse una segunda suba en el transcurso del año.

De ahí que en el mercado se especula con que se produzca una corrida boletera en las estaciones una vez anunciado el nuevo valor del boleto.
Lo que hay que tener en cuenta es que no conviene recargar la SUBE, ya que cuando uno pase por los molinetes se debitará el importe con el nuevo aumento.
El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, ya advirtió que el valor técnico del viaje de subte, sin subsidio, es de $ 6. Por lo tanto, si el precio llegara a aumentar de $ 2,50 a $ 6, la suba llegaría a 140%.
Además, si uno tomó el subte en una cabecera de estación y logró el anhelo de conseguir un asiento, obtendría la placentera sensación de estar viajando más cómodo que alguien que va parado, y que pagó más del doble que uno por el trayecto.

De todos modos, vale aclarar que se descuenta que el servicio contará finalmente con algún tipo de subsidio, por lo que lo más lógico sería que el ex-cospel se vaya a $ 4,50, lo que implicaría una ganancia neta para el ahorrista del 80%. En ese caso, casi sextuplicaría el rendimiento de un plazofijista.
El peor escenario para el busca interesado en hacer esta diferencia sería que el boleto sólo se eleve a $ 4. De todas maneras, implicaría un incremento del 60%, con lo que más que cuadruplicaría de lo que se obtiene por dejar la plata depositada en el banco. Con la diferencia de que, en este caso, uno tiene las tarjetas en su bolsillo y que puede hacerlas efectivo en cualquier momento.
De hecho, cuando fue el aumento de $ 1,10 a $ 2,50, a principios del año pasado, muchos usuarios salieron a comprar tarjetas, al punto que se produjeron largas filas en las boleterías. Por entonces, se limitaban a vender un máximo de 20 pases por persona, tope que luego redujeron a solamente 10 a medida que la demanda crecía.

No pasó mucho antes de que aparecieran en Mercado Libre anuncios con la venta de pasajes a $ 2. ¿No pudiste comprar viajes de subte antes del aumento? Compralos a $ 2 en vez de a $ 2.50, consignaba uno de los anuncios publicados. Se explicaba también la existencia de una compra mínima de 30 viajes.
En el sitio DeRemate.com también había oportunidades. Un usuario llegó a ofrecer tarjetas de diez viajes cada una a $ 20, con la posibilidad, además, de poder pagarlas en seis cuotas.

Esto mismo podría suceder una vez que se establezca la nueva tarifa. Por lo tanto, tener un Subtepass sería como contar con billetes constantes y sonantes. Claro que, para hacer el negocio, hay que estar preparado y acercarse a la boletería para adquirir las tarjetas antes de que se produzcan las largas filas y las limitaciones en la venta de pasajes.ElCronista

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