Como anticipó este diario, el Ejecutivo intenta encarrilar esta negociación en los mismos términos en que logró cerrar la paritaria de Luz y Fuerza, que acordó una suba salarial del 30,6% desde enero de este año hasta julio de 2014. Presentado de otra forma, el incremento promedio para los sindicatos durante todo 2013 no debería ser superior al 23% que obtuvo por doce meses el gremio de Oscar Lescano.
El debate quedó expuesto ayer por la tarde en una reunión en el Ministerio de Trabajo. Estuvieron los secretarios de Trabajo, que encabeza, Carlos Tomada, Noemí Rial, y de Transporte, Alejandro Ramos, y los jefes de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia; de los maquinistas de La Fraternidad, Omar Maturano; del gremio de señaleros, Raúl Epelbaum, y de la Asociación del Personal de Dirección de trenes (Apdfa), Humberto Gómez.
La presencia de los funcionarios -la audiencia no contó con representantes de los concesionarios de trenes- da cuenta de que la paritaria ferroviaria, al igual que la del transporte automotor de pasajeros, depende exclusivamente de una decisión oficial. El sector está cruzado por los subsidios, y cualquier aumento de sueldos debe ser compensado por una suba equivalente de esa variable o bien de un ajuste tarifario.
Los dirigentes arrancaron la reunión con el planteo que habían acordado en reuniones de la Federación Ferroviaria (FFA): un incremento del 28% por un año. Los secretarios de Estado sólo prometieron trasladar la demanda. Según los sindicalistas, si el Gobierno hubiese ajustado el Impuesto a las Ganancias en un 50% como había reclamado la CGT oficialista, el reclamo salarial hubiera estado en torno al 25 por ciento.
Maturano le dijo a este diario que los funcionarios ofrecieron condiciones similares al acuerdo alcanzado semanas atrás en Luz y Fuerza. "Lo rechazamos. No podemos aceptar un aumento por un año y medio cuando no se sabe qué va a pasar con los precios", razonó el jefe de La Fraternidad.
Según Maturano, la gran mayoría de los trabajadores de los cuatro gremios ferroviarios está alcanzada por el pago de Ganancias, a pesar de la suba del 20% en el mínimo no imponible aplicada por el Ejecutivo a partir de marzo.
Otro gremio que seguirá con atención el avance de esta paritaria es la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que agrupa a los colectiveros y que tiene su último acuerdo salarial vencido desde el primer día de este año. Roberto Fernández, jefe de ese sindicato, acordó con los ferroviarios el mismo planteo. Como había anticipado este diario, las cinco organizaciones habían avisado que pedirían una suma fija por el primer semestre y luego un porcentaje de aumento para la segunda parte del año, una vez que fuera más claro el comportamiento de los precios. El Gobierno también rechazó esa posibilidad por entender que era una forma indirecta de negociar paritarias dos veces en el año.
El objetivo de los funcionarios será extender el criterio inaugurado por Luz y Fuerza a los sindicatos del transporte, y a partir de allí sumar otros gremios hasta convertir en una referencia los acuerdos por un año y medio. También intentarán hacerlo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el sindicato más importante del sector industrial, que la semana pasada formalizó una demanda que superó ampliamente las expectativas del Ejecutivo y del sector empresarial: una suba de entre el 35% y el 37,5% por un año. Otro gremio industrial, el de mecánicos del SMATA, optó por sellar acuerdos trimestrales con las terminales automotrices. El primero de este año fue por un 8%, y en caso de extenderlo al resto de 2013, en cuotas acumulativas, el sindicato habrá obtenido hasta fin de año un 32 por ciento.
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