El Estado le quita a los empleadores la carga financiera y administrativa de el pago de las cargas de familia por adelantado
Desde julio, todos los trabajadores cobrarán las asignaciones familiares directamente por la Anses
Desde este mes de julio, todos los trabajadores bajo relación de dependencia cobrarán sus cargas de familia directamente a través del Sistema Único de Asignaciones Familiares (SUAF) de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses).
Todas las empresas privadas que aún no se encontraban en este sistema, pasarán automáticamente al SUAF. De esta forma, con la liquidación de mes de junio de 2010, cierra definitivamente el sistema de pago denominado Fondo Compensador, según informó el organismo previsional.
A partir del 01 de julio, el único sistema de liquidación y pago de asignaciones familiares para los trabajadores en relación de dependencia en empresas privadas es el de “pago directo”, conocido como SUAF. De ahora en adelante, como se viene haciendo desde diciembre de 2005, todas aquellas empresas que se den de alta en la AFIP como empleadoras, ingresarán directamente a este sistema.
“Con el SUAF, el Estado abona directamente las asignaciones familiares a los trabajadores, a través de bancos, correos, o mediante la acreditación en una cuenta bancaria, que puede ser la misma cuenta sueldo. Los empleados perciben, así, sus cargas de familias sin intermediarios, y Anses efectúa directamente los controles de derecho sobre las asignaciones familiares de los trabajadores y las efectiviza, en caso de corresponder”, indicó la Anses.
“Además, el Estado Nacional le quita a los empleadores la carga financiera y administrativa que significa el pago de las cargas de familia por adelantado”, explicó el Organismo agregando que “en el Sistema de Fondo Compensador, las asignaciones familiares eran abonadas por el empleador y posteriormente, si el monto liquidado por este concepto superaba las contribuciones patronales efectuadas, solicitaba el reintegro a la Anses”.
“Esta situación -indicó la Anses- posibilitaba, en algunos casos, la conformación de “empresas fantasmas”, al reclutar a personas desocupadas o sin una relación de empleo legal, pero con abultadas cargas de familia, con el objetivo de generar el cobro de las asignaciones familiares”, en cambio con el nuevo sistema, se terminan “estas estrategias fraudulentas, ya que estos falsos empleadores les ofrecían sólo una pequeña parte del importe original de la asignación familiar y se quedaban con el resto del dinero”.
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