El Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi anticipó que la obra será “la más importante en la historia ferroviaria argentina”. Además, pidió que “mientras tanto la gente tenga prudencia para que no se repita la tragedia de ayer”.
El Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi anticipó hoy que “en 44 meses” estará terminada la obra de soterramiento del ferrocarril Sarmiento, ramal donde ayer se produjo un trágico accidente en las inmediaciones del barrio porteño de Flores. Schiavi, en rueda de prensa, calificó la obra como “la más importante en la historia ferroviaria argentina”, aseguró “permitirá que nunca más un auto colisione con un tren, porque sencillamente no podrá hacerlo” y pidió que “mientras tanto la gente tenga prudencia para que no se repita la tragedia de ayer”. El funcionario ponderó el rol presente del Estado en este tipo de emprendimientos al destacar que “fue este gobierno el que hizo posible el soterramiento” y precisó que el costo total de la obra ascenderá a los “12 mil millones de pesos”. “Estamos haciendo la obra de infreaestrucura más importante en la historia ferroviaria argentina y en 44 meses estará completamente terminada”, aseguró. Schiavi detalló que la obra irá de Once hasta la localidad bonaerense de Moreno y añadió que abarca la cuenca poblacional “más grande y la que más ha crecido". “Ya vamos por un año de trabajo técnico de ingenieria desde la adjudicación en el 2008 y la toneladora a utilizarse será la más grande de Latinoamérica, con 10,60 metros de diámetro y más de 200 de largo. Procede de Rotterdam (Holanda) y ya la bautizamos Argentina”, especificó. Schiavi dijo que esto va a implicar “hacer una obra de una velocidad muy grande, casi de 20 metros por día” y agregó que "mientras se realicen los trabajos bajo tierra a 22 metros de profundidad, el tren seguirá funcionando por arriba, así que los pasajeros tendrán que tomar todas las precauciones, como obedecer las señales de tránsito y ferroviarias”. “Es la obra que va a significar que barrios como Caballito, Flores, Floresta y Liniers se puedan comunicar de un lado al otro y permitirá que mucha gente que viene de Provincia muy apretada en los trenes pueda viajar mucho mejor porque las frecuencias bajarán de ocho a sólo tres minutos por tren”, destacó. El funcionario admitió que el servicio “obviamente va a sufrir demoras porque los dos trenes que siniestraron quedaron fuera de acción” y recordó que "el Sarmiento es un ramal muy castigado, ya que venía de otro trágico accidente en mayo último como fue la quema de vagones”. Para paliar en parte este déficit, Schiavi dijo que se reunirá con todas las compañías de colectivos de la zona oeste de la Provincia y también de la Ciudad de Buenos Aires a fin de aumentar la frecuencia“para que los usuarios puedan ir a trabajar sin problemas”. Ya están las máquinas La tuneladora, bautizada Argentina, arribó al puerto de Zárate el 8 de septiembre, con lo que se dio el primer paso para el comienzo de la obra de soterramiento. La máquina, una TBM (Tunnel Boring Machine por sus siglas en ingés) importada de Alemania, es la más grande de Latinoamérica y será utilizada para la construcción del túnel de 32,6 kilómetros de longitud que comprende el corredor entre Caballito y Moreno. La “Argentina” tiene la capacidad de construir túneles de 12 metros de díametro, lo que permitirá la circulación de formaciones doble piso, como las nuevas de fabricación nacional que están prestando servicio actualmente en esa línea. La capacidad operativa del Ferrocarril Sarmiento está casi al límite, siendo imposible agregarle una mayor frecuencia de servicio por la presencia de más de 52 pasos a nivel que deberían ser poco menos que cerrados para permitir la circulación de los trenes. Por eso, el funcionamiento del Sarmiento bajo tierra permitiría la posibilidad de aumentar la cantidad de formaciones, hasta llegar a frecuencias de 3 minutos, pasando de 300 trenes diarios a más de 400, explicó la Secretaría de Trasnporte en un informe sobre la obra, difundido hoy. La primera etapa del proyecto comenzará con el tramo Caballito - Haedo, a lo largo de 16,7 kilómetros, e incluirá el soterramiento de todo el trazado y de ocho estaciones: Caballito, Flores, Floresta, Villa Luro, Liniers, Ciudadela, Ramos Mejía y Haedo; y la construcción de talleres de mantenimiento en Francisco Álvarez, Luján y Lobos. La segunda será entre Haedo y Castelar, con 3,95 kilómetros de extensión, y el soterramiento de dos estaciones, Morón y Castelar. Y la última etapa, Castelar-Moreno de más de 14 kilómetros, comprenderá la construcción bajo tierra de 5 estaciones (Ituzaingo, Padua, Merlo, Paso del Rey y Moreno) y la construcción de la rampa de vinculación con el taller de Francisco Álvarez. Según el informe de Transporte, las obras generarán 10.000 nuevos puestos de trabajo: 2.000 relacionados en forma directa a la construcción y 8.000 asociados indirectamente a la provisión de los distintos servicios, materiales y equipos que conforman el proyecto.
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