CAMARAS EMPRESARIAS Y SINDICATOS MANIFESTARON SU APOYO A LA CONVOCATORIA A UN ACUERDO SOCIAL
la agenda que van perfilando para esas reuniones. Aplacar expectativas inflacionarias, entre las priorides.
El acuerdo tripartito que anunció la semana pasada la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y que tiene al Gobierno, al sector empresario y a los trabajadores como protagonistas buscará desinflar expectativas inflacionarias. Sindicatos y las principales cámaras empresarias manifestaron ayer su apoyo a la iniciativa y comprometieron esfuerzos. Según lo que anticiparon desde el sector patronal, irán a las reuniones en busca de establecer pautas “razonables” a los reclamos salariales y “terminar con los piquetes y los aprietes” de algunos gremios. Desde la CGT, en tanto, dijeron que se proponen afianzar la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores. Las conversaciones se reestablecieron luego del fallecimiento de Néstor Kirchner y se mantuvieron en días posteriores. La Presidenta incentivó el acercamiento, coronándolo con el llamado al diálogo tripartito. “Ya es importante el solo hecho de que la Unión Industrial y la CGT se vuelvan a sentar a la misma mesa, luego de tres meses de una relación tensa”, destacó ante este diario el secretario de la entidad fabril, José de Mendiguren.
El diálogo se había cortado a partir de la aplicación de medidas de fuerza de los camioneros en algunas empresas. La situación se tensó todavía más con el proyecto de ley de participación de ganancias empresarias con los trabajadores. Sin embargo, no bien se conoció la muerte del ex presidente Kirchner, el titular de la UIA, Héctor Méndez, y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, acordaron una tregua para garantizarle a Cristina Fernández “un marco no traumático” de gobernabilidad. “En Seúl (Corea), la Presidenta se dirigió a nosotros alentando ese diálogo que habíamos retomado, y la semana pasada anunció este llamado a un acuerdo en la conferencia de la UIA”, relató De Mendiguren.
La invitación recogió una generalizada adhesión de empresarios y dirigentes sindicales, aun cuando todavía no se conoce en detalle la forma en que se instrumentará esa mesa de diálogo. “El acuerdo está en marcha. Todos los sectores están pidiendo algo, pero la intención es buscar un equilibrio en esos pedidos. Todos tendremos que ceder, para que el resultado final sea mejor para todos”. Para el empresario del sector plástico, la invitación es “constructiva” y da respuesta a pedidos históricos del sector. Por su parte, el jefe del gremio de los empleados judiciales, Julio Piumato, dijo a este diario que el “diálogo tripartito es la única manera de avanzar en un modelo inclusivo. Este diálogo no existió en otro momento, lo que llevó a que siempre perdiera el trabajador”.
La iniciativa busca reemplazar el fallido Consejo Económico y Social. La agenda de temas tampoco está definida, pero empresarios y sindicatos apuntan las inquietudes que presentarán en la mesa de negociación. En este caso, salarios y precios son los principales temas que avizoran para el corto plazo. “La reunión dependerá de si los objetivos son de corto o largo plazo. Para el próximo semestre nos preocupan los salarios y los precios, y también los procedimientos que utilizan algunos gremialistas. En el largo, la estabilidad de las reglas de juego”, adelantó el titular de la Cámara de Comercio.
Los consultados evitaron poner un número tentativo a las próximas negociaciones salariales. “Los números para el año que viene están tergiversados. Cada uno verá las cosas a su manera y discutirá sus puntos de vista, pero sin piquetes ni aprietes de los gremios”, reclamó Méndez. De Mendiguren coincidió: “Lo que esperamos es que las negociaciones salariales futuras contribuyan a desalentar expectativas inflacionarias”. “Empieza el año y las consultoras tiran cifras de precios sin justificación y terminamos convalidando sin querer una espiral de precios. Nosotros tendremos que dar nuestro compromiso para que eso no ocurra, y los sindicatos racionalidad en los reclamos”, dijo el empresario textil.
Al respecto, Piumato recordó que “los trabajadores nunca acompañaron los golpes de Estado”. “Las medidas de fuerza aparecen una vez que se agota el diálogo. Los empresarios obtuvieron rentabilidades extraordinarias, mientras que los trabajadores no buscaron recuperar de golpe lo que se les quitó en tres décadas de olvido. Por lo cual, todo se analizará en la vía del diálogo”, afirmó. El secretario gremial de los judiciales insistió con que irán en busca de un “compromiso empresarial”. “En cuanto a salarios no hemos fijado posición, pero incluso los números que manejan los economistas internacionales se acercan a la pauta inflacionaria que comunica el Gobierno”, sentenció Piumato.
En cuanto al Estado, los empresarios irán por facilidades fiscales. “A todos les duele pagar Impuesto a las Ganancias, por lo que tendrán que generar incentivos para la reinversión de utilidades”, opinó Méndez.
Más allá de estas tensiones habituales entre empresarios y trabajadores, la apuesta sobre el diálogo tripartito es a largo plazo. “Un acuerdo de todos los sectores para la coyuntura es desaprovecharlo”, opinó De Mendiguren. “Los economistas en el mundo auguran diez años más como mínimo de bonanza, y no habría que desaprovecharlo”, coincidió De la Vega. Empresarios y gremios esperan que en los próximos días se formalice la convocatoria para iniciar el debate.
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